En la meditación no nos va bien ni mal. No hay puntaje ni premio al final de cada práctica.
Lo que hay es una posibilidad de ver las cosas tal cual son.
Con la práctica, podés sentir descanso, ligereza en el cuerpo y en la mente.
Meditar es descansar y cada pausa es distinta. No es buena ni mala, cada pausa es lo que tu cuerpo y tu mente necesitan en ese preciso y precioso instante.