Distintos estudios científicos afirman que la atención plena puede ayudar a las personas a crear un espacio mental de un segundo entre un evento y otro, entre un estímulo y su respuesta. 

Un segundo puede sonar como si fuera nada, pero puede ser esa diferencia entre tomar una decisión apresurada que conduce al fracaso o llegar a una conclusión reflexiva que lleve a un mejor rendimiento.

Es la diferencia entre actuar por enojo o aplicar la debida paciencia sin reaccionar. Es una ventaja de un sólo segundo sobre tu mente, tus emociones y tu mundo.

Cada vez que sientas que tenés ganas de responder, hacé una pausa y pensá: 

¿Es eso lo que quiero decir? 

¿Eso que estoy por decir, va a contribuir en algo? 

Un segundo puede cambiar todo; puede conservar una relación, puede evitar una discusión o prevenir un accidente. 

Ese es el poder de la pausa, y el camino está en tu respiración.