Uno de los beneficios de la meditación es la concentración.
Meditar a diario aumenta el poder de concentración.
Si bien es difícil mantener la concentración por largos períodos de tiempo, el principal componente que necesitás para lograrlo ya lo tenés.
Ese componente es tu respiración.
La práctica de la meditación se basa en prestar atención a lo que suceda en el momento presente: a las sensaciones del cuerpo, de la mente y de las emociones. Cada inhalación y cada exhalación son el vehículo hacia la concentración.
Cuando veas que tu mente se pierde (lo cual es es absolutamente natural) hacia alguna experiencia del pasado o hacia algún pensamiento del futuro, ése es el momento más rico de la práctica.
El momento en el que te diste cuenta que se te fue la cabeza, le dicen el “momento mágico”.
Que puedas volver a vos mismo cada vez que se te vaya la cabeza, es el momento más importante de la práctica.