En la meditación el progreso no es por niveles. La práctica te ayuda a recordar que podés estar más presente para los que querés y para vos mismo. También de que podés agregar más momentos de alegría a tu día y eso hace la diferencia.
Muchas veces durante el día nos perdemos en reacciones, en opiniones, en afirmar una y otra vez las cosas en las que creemos. Pero también nos desconectamos de lo que nos pasa a nosotros mismos y a nuestro alrededor.
En el momento en que reconocemos perdimos la atención, podemos volver.